Wednesday, December 22, 2010

Razim Al Hamed (Es Verdad o Falso)

Como se podr�n dar cuenta, este personaje creado por la imaginaci�n de alg�n internauta con la finalidad de sacarle el mayor provecho econ�mico est� dando resultados, ya que est� circulando a trav�s de emails y facebook.  y son miles de incautos que est�n cayendo en este falso mensaje.  Les invito a leer un rlato de ficci�n de esta historia.

�Qui�n es Razim Al Hamed? Seg�n muchos mails que circulan por Internet, es el hombre m�s rico del planeta, que ha decido compartir su fortuna con todo el mundo.


Y su riqueza esta siendo repartida en cheques de mil d�lares a todo aquel que lo desee, gratis, que pueden solicitarse haciendo click en un link incluido y as� luego esperar para recibir en la puerta de su propia casa.


�Por qu� el bueno de Razim Al Hamed ha tomado esta decisi�n? Porque est� llegando al fin de su vida sin herederos para su inmensa fortuna y, acerc�ndonos como estamos a las fiestas de Navidad y A�o Nuevo, no desea que alg�n gobierno se quede con su dinero en caso de fallecer y prefiere dar con �l un poco de felicidad a quienes est�n sufriendo necesidades.

�Cu�l es la verdad de todo esto? �Cu�l es la ficci�n?

Razim naci� en Al Hufuf (Arabia Saudita) el 28 de Diciembre del a�o 1920. Esa ciudad es el mayor centro urbano localizado en el vasto Oasis Al-Ahsa en la llamada "Provincia del Este" de ese pa�s. En el a�o 2009, la ciudad ten�a una poblaci�n de un mill�n doscientas mil personas, aunque era mucho menos poblada, por supuesto, cuando Razim fue dado a luz all�.

Su padre trabajaba en el cercano campo petrolero Ghawar, uno de los mayores del mundo instalados en tierra firme. Su madre estaba sometida a las leyes y costumbres de Arabia Saudita que aseguran para las mujeres un tratamiento de "menores de edad perpetuas" y sin importar su edad, debi� tener un tutor masculino, que primero fue su padre y luego su esposo, quienes pod�an autorizarlas a realizar actividades como viajar al exterior o recibir atenci�n m�dica. Pero nunca estuvo esa peque�a familia en condiciones de viajar por su extrema pobreza, y solamente recibi� atenci�n m�dica para el parto de Razim.

Sin embargo, la mujer enferm� poco tiempo despu�s de dar a luz y antes de que Razim cumpliera un a�o de vida, falleci�. Por eso el padre entreg� al ni�o a unos primos lejanos que quer�an pero no pod�an tener hijos, y por ellos Razim fue llevado muy lejos del Golfo P�rsico.

Su padre adoptivo se dedic� durante muchos a�os al comercio de telas y a causa de ellos la familia viajaba constantemente, de una ciudad a otra, aunque el objetivo del hombre era llegar a Europa. Poco a poco, y viviendo pobremente de lo que recaudaba con la compraventa de esos tejidos, fue acerc�ndose con su esposa y su hijastro al Viejo Continente.

Razim recuerda que cumpli� sus 30 a�os en una poblaci�n turca cercana a la frontera con Armenia. El lugar se llamaba Kars y estaba cerca del Monte Ararat. La gente de por all� dec�a que sobre esa enorme roca se encontraban los restos del arca de No� de la que hablaban los libros sagrados. Cuando Razim habla de esa �poca la recuerda con pesar, ya que hab�a reemplazado a su padre en la tarea de comerciar telas porque el hombre se sent�a muy anciano para hacerlo y su esposa ten�a graves dificultades para caminar. As� el joven se hab�a convertido en el sost�n de su peque�a familia y todo lo que ganaba, que era realmente poco, lo destinaba a que sus padres adoptivos, que lo hab�an tratado siempre con mucho afecto.

Razim nunca supo su verdadero apellido, el que correspond�a a su progenitor biol�gico, y adopt� el apodo de su padre adoptivo, "al Hamed", cuyo significado es "el que es digno de alabanza", y que sab�a que era muy usado en todos los pa�ses �rabes. Seguramente su padrastro lo merec�a y el joven tratar�a de merecerlo tambi�n.

El cruce de Turqu�a desde la frontera armenia hasta la b�lgara le llev� a Razim unos diez a�os. Lleg� a Edirne solo, pues sus padres adoptivos hab�an muerto en el tiempo que llev� el penoso recorrido. Primero la madre, f�sicamente muy deteriorada por los a�os y las enfermedades, falleci� y fue sepultada en Afyon. Meses despu�s el hombre, que no pudo soportar la pena, sufri� un ataque card�aco en Uludag y en pocos d�as dej� de existir, sin haber logrado concretar su sue�o de pisar la Europa m�s all� de Turqu�a.

Muy entristecido aunque aliviado de la carga que significaban esos dos ancianos enfermos en su vida, pronto Razim reuni� algo de dinero y se atrevi� a cruzar la frontera hacia Bulgaria. Ya se hac�a conocer como "Razim al Hamed" y en el centro del pa�s, en una provincia conocida como Gavrobo, conoci� a Mohamed, un primo lejano del padre del hoy rico y famoso H.E. Sheikh Hamed Bin Ahmed Al Hamed, directivo importante de la compa�ia de inversiones Al Farida. Si bien ese Mohamed no era un hombre de fortuna, hab�a hecho relaciones valiosas apoy�ndose en el nombre de sus familiares y as� hab�a logrado varios a�os atr�s instalarse en Par�s como agente de inversiones petroleras en Arabia Saudita.

No le hab�a ido nada mal. Era inteligente y sagaz. Pronto simpatiz� con Razim y le ofreci� mudarse con �l a su departamento en el Boulevard Saint-Germain, a pocas cuadras del r�o Sena.

Hasta 1980, Raz�n trabaj� para Mohamed, quien progres� mucho con su empresa y entonces s� se convirti� en un verdadero potentado, con los frutos de las inversiones de franceses en sus proyectos y tambi�n con los beneficios enormes que le produjeron sus propios capitales colocados en diversos lugares de Asia y de Europa. Ese a�o, ya cansado y dispuesto a disfrutar de su bienestar econ�mico. Dej� a su amigo, ya de 60 a�os de edad, como due�o de la agencia, lo abraz� y se fue a recorrer el mundo. Razim nunca supo m�s sobre �l.

Pero, pese al enorme crecimiento del dinero de ese hombre nacido en Al Hufuf, todav�a estaba muy lejos de convertirse en el m�s rico del mundo. Eso ocurri� con bastante rapidez cuando Razim se interes� por la electr�nica y el universo de la inform�tica de las telecomunicaciones. Vendi� la agencia en muchos millones de d�lares y los invirti� en empresas internacionales, algunas de las cuales se convirtieron poco a poco en su propiedad, al adquirir m�s del 51% de las acciones. Cuando le pregunt� acerca de los detalles de esas operaciones tan rentables que hab�a realizado en solamente diez a�os a partir de la d�cada de los 80, sonri� misteriosamente y se neg� a hablar sobre el tema. Eso me hizo sospechar que quiz� no fueran demasiado "limpias" y que involucraban a importantes personalidades pol�ticas de diversos pa�ses.

Ni siquiera Razim al Hamed sabe realmente cu�nto dinero posee. Y tal vez es por eso que muchos lo consideran "el hombre m�s rico del mundo". Aunque quiz� no ha conocido m�s felicidad que la de la riqueza.

Por supuesto, un �rabe saudita de 30 a�os llam� por su presencia f�sica la atenci�n de muchas j�venes turcas con las que seguramente mantuvo apasionados romances. Y cuando lleg� a los 60, las parisienses se le acercaban no solamente por su apostura sino tambi�n por el mucho dinero que ya hab�a reunido. Pero nunca contrajo matrimonio y �l est� seguro de no tener hijo alguno, ni reconocido ni sin reconocer.

Poco antes de cumplir sus noventa a�os, en este 2010 y residiendo en alg�n lugar de Europa - algunos dicen que compr� una muy hermosa villa en Puglia, Italia y de all� no sale con frecuencia - sugiri� a un amigo que hab�a decidido regalar su cuantiosa fortuna "de a mil d�lares per c�pita". Y entonces se comunic� con nosotros a trav�s de alguien que conoc�amos en com�n para pedirnos que difundi�ramos la informaci�n.
Pero todav�a no lo hemos hecho, salvo en este informe. Lo que significa que todo lo que puedan encontrar en Internet, especialmente en Facebook, es solamente una enorme mentira, una trampa para incautos, un "hoax" como dicen los expertos.

Razim al Hamed no enviar� ning�n cheque a nadie ni por mil d�lares ni por un solo d�lar hasta que se lo indiquen sus amigos Olga y Daniel de Argentina. Solamente en ellos tiene confianza y solamente ellos saben bien cu�ndo y c�mo deber� hacerse la distribuci�n. Y, en caso de fallecer, a ellos dejar�a su inmensa fortuna para que se ocupen de continuar su aplicaci�n a fines que lo merezcan realmente.

Porque ser�a triste que el dinero llegara a manos de ambiciosos que creen que pueden recibirlo a cambio de nada, de tontos que han podido enga�arse o enga�ar a otros a trav�s de mails que los incitan a intentar conseguir mil d�lares, casi una limosna, con solamente pedirlos. De insensibles a quienes no les interesa ni qui�n los da ni por qu� los da.

Para ellos, Razim al Hamed no existe. Nunca existi�. Y la historia que aqu� relatamos es apenas una ficci�n para demostrarles que es verdad que "cada minuto nace un tonto". Es una historia m�s de Navidad que quisimos hacerles llegar para los ambiciosos, los tontos y los insensibles, pero tambi�n para los hombres y mujeres de buena voluntad que conf�an en lograr dones a cambio de sus esfuerzos cotidianos por los suyos y por los pr�jimos, dones que valen mucho m�s de mil d�lares y que enriquecen su alma m�s que su materialidad.

Razim al Hamed es el verdadero "hombre del a�o". Porque su creador, an�nimo e ignorado, permiti� que hoy estuvi�semos reflexionando aqu� sobre temas tan profundos, inspirados por ese ser ficticio pero alentados por la proximidad de unas festividades que nos conmovieron de ni�os pero que nos siguen siendo significativas de adultos.

En nombre de Razim al Hamed, "el que es digno de alabanza" aunque no haya existido nunca, que se corporiza hoy y aqu�, quiz� por �nica vez, no para entregarles un cheque de mil d�lares sino para desearles algo mucho m�s valioso: paz y felicidad para esta Navidad y para el a�o que pronto iniciaremos.

Relato de ficci�n
creado por Daniel An�bal Galatro
Esquel - Chubut - Argentina

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